Acabamos de adquirir una nueva vivienda y queremos afrontar su reforma integral, o bien hemos decidido que ya es hora de renovar el aspecto de nuestra casa y realizar la transformación de la misma en lo que será el hogar de nuestros sueños.

 En ese momento a todos nos surgen las dudas a la hora de contratar a la empresa adecuada que debe afrontar lo que será la reforma integral de nuestra casa y en la que no sólo vamos a invertir nuestro tiempo y nuestro dinero, sino que además vamos a verter todas nuestras ilusiones.

Por ello es muy importante que nos aseguremos que la empresa constructora que elijamos para realizar las obras de reforma en nuestra vivienda, comprenda perfectamente lo que queremos hacer, que estudien la viabilidad de nuestra propuesta y así poder calcular los costes reales de la ejecución de las obras, evitando las desagradables sorpresas que pueden aparecer cuando se contrata con la empresa equivocada.

 

 
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1. Pedir diferentes presupuestos.

   Este va a ser un factor fundamental, pero no el único ni el más importante. Pedir varios presupuestos nos va a permitir poder conocer mejor no sólo el coste de la reforma de nuestra vivienda, sino también a las diferentes empresas que nos están realizando el presupuesto. Una de las principales equivocaciones es pedir varios presupuestos para buscar el más barato y ya nos decían nuestras abuelas que “lo barato sale caro”. No siempre es así, pero sí suele ser lo habitual. Como decíamos antes los diferentes presupuestos nos van a hablar también de cómo es la empresa que vamos a contratar. Si el presupuesto no está desglosado por partidas, ni están claramente especificadas las mismas, seguramente cualquier modificación del mismo va a costarnos un riñón y parte del otro.

 2. Desglosar los precios por metros cuadrado.

  Es indispensable que las empresas que nos vayan a dar el presupuesto para la reforma de nuestra vivienda, nos den todos los precios desglosados por unidad o por metro cuadrado, esto nos va a permitir diferenciar si de verdad es una empresa constructora o simplemente se trata de una cuadrilla de albañiles. Y no es lo mismo saber hacer un tabique, cuatro rozas y enfoscar o dar yeso, a controlar todos los imprevistos e organizar correctamente las instalaciones y los diferentes oficios que conlleva la reforma integral de una casa. Para poder calcular el coste de nuestra reforma, necesitamos saber cuánto nos va a salir el coste por metro cuadrado para demoler o construir cada m2 de tabique, cada m2 de falso techo, cada m2 de pintura o alicatado. De esta forma midiendo nuestra casa sabremos en todo momento cuánto nos va a costar alicatar una pared o bien pintarla, sin que aparezcan sobre costes e imprevistos en el futuro y pudiendo controlar desde el primer momento el importe total del coste de las obras.

3. Desglosar los precios por unidad.

  Hay determinadas partidas que no se pueden desglosar por metro cuadrado y se tienen que dar por unidad, como pueden ser las puertas, los enchufes, los puntos de luz, o los sanitarios que vamos a instalar en nuestra nueva casa. En este caso es muy importante que nos den desglosado cuánto cuesta instalar cada enchufe, o sacar un nuevo punto de luz. Nunca debemos aceptar presupuestos que vienen con una unidad de electricidad, que incluye tantos enchufes, tantos puntos de luz, etc… y todo a pelotazo. De esta forma si el día mañana queremos añadir un nuevo punto de luz, lo mismo acabamos pagando 4 o 5 veces más de lo que nos costaría realmente.

 4. Acabados finales, especificarlos o no.

  Aquí tenemos dos opciones muy diferentes; Si tenemos muy claro cuáles van a ser los acabados de nuestra vivienda, es conveniente que le especifiquemos a las diferentes empresas constructoras el modelo del suelo escogido, tanto de madera como cerámico, los diferentes sanitarios, la grifería, el rodapié o el propio modelo de las puertas que más nos gustan. Esto es muy importante porque hay muchas empresas que te presupuestan una tarima genérica (existen en el mercado tarimas desde 3,95 €/m2), incluso te hablan de calidades tipo AC-4 o AC-5 en maderas sintéticas, que acaban por deteriorarse en las juntas, porque la base y el sistema de unión es realmente malo. Como decimos si sabemos claramente que materiales queremos, hemos de especificar, marca y modelo para que sean esos los que aparezcan en nuestro presupuesto, con su instalación final y completamente funcionando. Y qué ocurre cuando no sabemos qué materiales vamos a escoger, o bien si preferimos ir tomando esta decisión durante las obras, cuando ya tengamos más claros los espacios resultantes. En este caso es muy sencillo, las diferentes empresas constructoras que nos vayan a presupuestar, nos han de facilitar el coste por metro cuadrado de la mano de obra de su instalación, incluyendo todas las ayudas para su colocación. Si seguimos en el ejemplo anterior de la tarima y si sabemos que nos van a cobrar “X” €/m2 por su instalación, sólo tendríamos que añadirle después el coste de la propia tarima, pero ya hemos podido determinar con antelación cuánto era su mano de obra. Así evitaremos el típico: “uy señora! es que lo que usted quiere es mucho más caro que lo que yo le había presupuestado… y esto le va a salir por un pico”

 5. Minimizar imprevistos

  Por último y dada nuestra gran experiencia en este tipo de obras, hemos de reconocer que siempre resulta algún imprevisto. Estos pueden suponer finalmente un quebradero final en el coste económico de la reforma en nuestra vivienda y por ello, hemos de minimizar en todo lo posible la aparición de imprevistos en el desarrollo de las obras. Esto resulta fácil de decir y a todos nos gustaría evitarlos, pero… ¿cómo se consigue? Para ello es muy importante una vez tengamos claro cuáles van a ser los puntos de partida de nuestra vivienda, tirar o no aquél tabique, cambiar la cocina o el baño de sitio, agrandar el salón o simplemente abrir una nueva ventana…. Hemos de explicarle todo esto a las diferentes empresas y tienen que visitar con nosotros nuestra vivienda, sino lo hacen es imposible determinar el estado de las paredes de la casa, si se va a poder o no demoler un tabique, si existe una bajante preparada en donde ubicar el nuevo baño, etc… Dependiendo de la profesionalidad y saber hacer de cada empresa constructora, esto lo tendrán en cuenta o no, así mismo también nos indicaran si nuestras ideas son sencillas o si por el contrario pueden conllevar un sobre coste, que tendremos que valorar si está a nuestro alcance o no, pero siempre antes de estar con las obras empezadas, sino podemos encontrarnos sin dinero y sin casa.

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